¿Qué te da gozo? Comunidad fortalecida por hacer preguntas inesperadas

  |  Source: Faith & Leadership

El artista AG sostiene una foto suya que le tomó Wildstyle Paschall, quien muestra su trabajo en un evento de The Learning Tree en Indianápolis. Foto de Wildstyle Paschall.

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Cuando las familias o los individuos se enfrentan a la imposibilidad de pagar el alquiler, la hipoteca o los servicios públicos —una situación que enfrentan millones de hogares estadounidenses a raíz de la pandemia— a menudo se les pide que completen extensos formularios para determinar su elegibilidad para recibir asistencia financiera.

Los solicitantes completan los detalles sobre los ingresos del hogar y el historial de pagos y proporcionan los documentos de gastos, facturas y pagos anteriores.

Sin embargo, los residentes de un vecindario del centro de la ciudad de Indianápolis que completan un papeleo similar para la organización sin fines de lucro The Learning Tree (El Árbol del Aprendizaje), se encuentran con al menos algunas diferencias probablemente inesperadas. Por un lado, el formulario consta de una sola página en lugar de tres o cuatro. Y luego encuentran dos preguntas inusuales al final, en una sección titulada “Háblame de ti”, donde dice simplemente: “¿En qué eres bueno?” y “¿Qué les trae alegría a ti y a tu familia?”.

Los residentes embellecen varias puertas para alegrar el vecindario. Fotos de Wildstyle Paschall.

Ese tipo de preguntas están en el corazón de la misión de The Learning Tree, una organización que busca mejorar la calidad de vida de las personas, las comunidades, las escuelas y las empresas, utilizando un modelo llamado «desarrollo comunitario basado en ganancias», o ABCD por sus siglas en inglés.

En lugar de ver los vecindarios de bajos ingresos como áreas que requieren ayuda externa —donaciones— para prosperar, el equipo de The Learning Tree busca formas de explorar y aprovechar los dones de los residentes para apoyar a sus vecinos en las comunidades de Riverside, United Northwest y Clifton Place. Todos estos tienen un ingreso familiar promedio más bajo que en la mayoría de los vecindarios de Indianápolis.

“Hay personas en los vecindarios, especialmente en los vecindarios negros y latinos, cuyos talentos no se han aprovechado”, dijo De’Amon Harges, creador de The Learning Tree y residente del área a la que sirve la organización.

“Todas las personas que están en nuestro círculo tienen la responsabilidad de ser testigos de dónde está obrando Dios, particularmente las personas en lugares de bajos ingresos que son ignoradas, cuyos dones y talentos no se ven”, dijo. “Necesitamos encontrar esos dones para que puedan utilizarse de manera que construyan la comunidad, la economía y el deleite mutuo”.

 La interacción de Harges con los residentes, principalmente las conversaciones uno a uno mientras camina por los vecindarios, conducen regularmente a proyectos. Los jardineros proporcionan productos para una comunidad designada como “desierto alimentario” (por su falta de alimentos nutritivos). Poetas, narradores y fotógrafos documentan historias sobre sus vecinos. Los artistas embellecen el vecindario con su trabajo y los empresarios asesoran a la juventud local.

Harges ha estado inmerso en este tipo de trabajo entre vecinos durante casi 20 años, desde que fue elegido para convertirse en «oyente itinerante» para la Iglesia Metodista Unida de Broadway, una congregación urbana en Indianápolis. Reconociendo el don de Harges para hacer conexiones y desarrollar amistades, el reverendo Mike Mather le pidió que recorriera la comunidad circundante para hablar con las personas individualmente. El objetivo era que la gente aprendiera más sobre los dones que tenía para compartir en lugar de centrarse en sus necesidades y lo que andaba mal en el vecindario, ya fueran las altas tasas de delincuencia, la creciente cantidad de edificios desocupados o el vandalismo.


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El vicealcalde de Indianápolis, Jeff Bennett, quien ha estado familiarizado con el trabajo de Harges durante más de 15 años, dijo que el enfoque basado en las relaciones para la construcción de comunidades tiene numerosas ventajas.

“En el desarrollo de una comunidad hay más que solo dólares que entran y salen”, dijo Bennett. “Se puede tener tanto impacto, o más, a nivel humano a través de la construcción de relaciones. Muy a menudo, en el gobierno podemos ser demasiado verticales. Diseñamos y financiamos programas que creemos que las comunidades quieren o necesitan, sin escuchar lo que un vecindario dice que podría usar para dirigir su propio futuro”.

“Ahí es donde una organización como The Learning Tree hace tan buen trabajo”, dijo Bennett. “Pueden llegar al corazón de la preocupación de un vecindario de manera mucho más rápida y completa que otras organizaciones que se dedican al desarrollo comunitario”.

DESARROLLO COMUNITARIO BASADO EN RELACIONES

Amanda Wolf, quien supervisa el trabajo organizativo y administrativo de The Learning Tree, a menudo se une a Harges y otros socios de Learning Tree mientras caminan por su vecindario. Durante una de esas caminatas, en el 2018, comenzaron a hablar con varios jóvenes que estaban realizando trucos en bicicleta.

“De’Amon les preguntó qué les gustaría ver en su vecindario y cómo les gustaría pasar los veranos”, dijo ella.

Un voluntario ayuda a los niños locales a aprender a reparar y construir bicicletas. Foto cortesía de Amanda Wolf.

Esa conversación en particular condujo al desarrollo de una tienda de bicicletas en el garaje de Wolf, con el apoyo del Departamento de Policía de Indianápolis, que donó 50 bicicletas,. Un vecino con experiencia en la reparación de bicicletas capacitó a los jóvenes en cómo arreglar, limpiar y vender las bicicletas.

“Lo que he aprendido a lo largo de los años es que algunas veces realmente no hay ninguna necesidad excepto la necesidad de ser visto”, dijo Wolf. “Principalmente, lo que hemos hecho a lo largo de los años es descubrir los dones que ya están en nuestra comunidad, para que la gente los conozca. Cuanto más podamos hacer eso, mejor será para nuestras comunidades. Necesitamos que todos sepan qué diamante tenemos aquí”.

Han surgido otros proyectos como resultado de tales conversaciones: convertir puertas desechadas en obras de arte, cubrir casas tapiadas con fotografías ampliadas de los residentes, participar en un proyecto de embellecimiento del vecindario.

Harges señaló que el proyecto de embellecimiento fue un gran ejemplo de cómo desafiar la forma en que los funcionarios y las organizaciones de la ciudad suelen pensar en ayudar a los vecindarios empobrecidos.

Wildstyle Paschall

“Había subvenciones para embellecer vecindarios como el nuestro con arte”, dijo. “Probablemente había 150.000 dólares sobre la mesa para pagarle a alguien externo para que hiciera el trabajo. Mi vecino Wildstyle hizo una lista de 45 artistas en un radio de cuatro cuadras alrededor de donde vivimos. Terminamos obteniendo esa subvención, poniendo ese dinero en manos de personas con talento aquí mismo en el vecindario”.

Si bien la gente de afuera puede sentirse desafiada por las percepciones negativas de la vida en un vecindario de bajos ingresos, los propios residentes también pueden verse desafiados por estas personas. Ese fue el caso de Wildstyle Paschall, ilustrador de The Learning Tree desde el 2015.

Paschall, quien también es productor musical, fotógrafo, activista y autor, recuerda la primera vez que tuvo una conversación con Harges. Después de enterarse del trabajo que Harges estaba haciendo en su comunidad, así como de sus experiencias de consultoría en el extranjero y a nivel nacional, Paschall tuvo un momento de incredulidad.

“Pensé: ‘¿Por qué sigues en este vecindario?’ Aquí hay un tipo que vive en la misma calle que yo y ha hecho todas estas cosas y ha estado en todos estos lugares diferentes”, dijo Paschall. “Soy conciente de que él no es la única persona en el vecindario que ha estado presente y ha hecho algunas cosas, pero eso fue una especie de punto ciego”.

Paschall dijo que esa conversación le hizo darse cuenta de lo fácil que es percibir a los vecindarios de bajos ingresos, incluido el suyo, como lugares de puras pérdidas.

“Es fácil alimentar esa mentalidad de que los residentes no tienen nada que ofrecer”, dijo Paschall. “Es fácil descartar esencialmente a todos los que están empobrecidos. Todo el mundo tiene la capacidad de estar haciendo grandes cosas, y muchas veces están haciendo cosas asombrosas. Simplemente no estamos viendo eso en los demás, incluso en nuestros propios vecindarios”.

Los residentes se conectan en el porche de De’Amon Harges en la zona urbana de Indianápolis. Foto cortesía de Amanda Wolf.

Tysha Ahmad, propietaria de Mother Love’s Garden (Jardín Amor de Madre), se encontraba entre un grupo de vecinos que tomaron la iniciativa de cubrir necesidades luego del cierre simultáneo de supermercados en varios vecindarios cercanos. Decidió retirarse de su trabajo en la industria de seguros para convertirse en agricultora urbana y así apoyar una cooperativa que sigue de cerca el modelo ABCD.

“Aquellos que tienen los medios pagan más por una bolsa, lo que ayuda a cubrir los costos de aquellos que no necesariamente tienen los medios, incluidos los adultos mayores y los que están en [los programas de asistencia] SNAP o EBT”, dijo Ahmad, quien se reunió con miembros de The Learning Tree mientras trabajaba en uno de los jardines de su vecindario.

Después de esa interacción, The Learning Tree ha apoyado su empresa de agricultura urbana, que ahora organiza regularmente un campamento de verano de cinco semanas en el vecindario para enseñar a los jóvenes sobre horticultura, carreras en agricultura y los beneficios para la salud de las verduras y frutas.

ENTRE LOS VECINDARIOS

Como señaló Paschall, los esfuerzos de The Learning Tree modelan el ministerio de Jesús de alguna manera. “Él andaba por las calles. Estableció el estándar de caminar, hablar con la gente y formar esa comunidad”, dijo.

Un evento organizado por The Learning Tree sirve como foro para que los artistas locales destaquen su trabajo. Foto de Wildstyle Paschall.

Con demasiada frecuencia, dijo Harges, las personas con buenas intenciones niegan a otros la oportunidad de usar sus dones, principalmente al enfocarse exclusivamente en las necesidades de aquellos a quienes quieren servir.

 “Lo único que les preguntan es: ‘¿Qué ayuda necesita?’, ‘¿A qué lugar donde entregan comida quiere ir?’ o ‘¿Cómo podemos arreglar nosotros lo que hemos descubierto?’”, dijo. “La mayoría de las personas, cuando hablas con ellos, tienen sueños o quieren contribuir a algo. La necesidad de ser necesitado está en todos lados. Incluso en nuestras congregaciones, se nos pierde de vista el hecho de que, cuando solo nosotros somos los que damos, hay otras personas que necesitan sentirse útiles”.

Harges cita uno de sus textos bíblicos favoritos, 2 Reyes 4:1-7, en el que el profeta Eliseo le dice a una viuda pobre que pague sus deudas yendo a sus vecinos y pidiéndoles cántaros prestados. No dijo: “Ve al tesorero del pueblo o al banco de alimentos”. Dijo: “Ve con tus vecinos”.

Las congregaciones, grupos o individuos interesados en adoptar un enfoque ABCD deben comenzar explorando sus propios dones y luego encontrar personas con las que puedan trabajar para implementar esas prácticas de afirmación mutua de los dones, dijo Harges.

Como organización sin fines de lucro, The Learning Tree no ha buscado muchas subvenciones aparte de algunas pequeñas para ayudar a administrar la tienda de bicicletas de verano para jóvenes, dijo Wolf. La mayor parte de su trabajo, incluidos los pagos de los gerentes que ejecutan los programas, se financia con un 20% de los ingresos generados por su trabajo de consultoría, dijo. La Fundación de la Comunidad de Indiana Central también apoya el trabajo itinerante de la organización sin fines de lucro a través de una asociación que se enfoca en un proyecto de “embajador de la comunidad”.

El vicealcalde Bennett dijo que las iglesias están en una posición ideal para tener este mismo tipo de impacto.

“Los miembros y no miembros de la iglesia, incluidos los residentes, tienen su propio capital social. Es fácil para nosotros quedar atrapados en lo que no tenemos”, dijo Bennett. “Las iglesias están en una posición única para ver lo que tiene su comunidad… Ustedes tienen tanta riqueza, tanta experiencia y tanta capacidad en áreas imprevistas”.

Esfuerzos como el de The Learning Tree pueden conducir a una nueva forma de pensar sobre lo que debería considerarse un vecindario saludable. “Un vecindario saludable no es un vecindario rico”, dijo Bennett, “sino uno conectado.

Preguntas para considerar:

  • ¿Cómo brindas oportunidades para hablar sobre lo que trae alegría a las personas?
  • ¿Qué estás haciendo para descubrir dones y talentos en tu comunidad?
  • Cuando sirves a los que te rodean, ¿te estás enfocando en las necesidades o en los dones?
  • ¿Qué prácticas de afirmación de los dones ya están presentes en tu trabajo?
  • ¿Qué tan conectado está tu vecindario?

Publicado al martes 22 de marzo, 2022, en inglés en https://faithandleadership.com/what-brings-you-joy-urban-neighborhood-strengthens-its-community-asking-unexpected-questions?utm_source=newsletter&utm_medium=email&utm_content=What%20brings%20you%20joy%3F%20An%20urban%20neighborhood%20strengthens%20its%20community%20by%20asking%20unexpected%20questions&utm_campaign=fl_newsletter

Traducido por Alma Varela 


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